En este artículo vamos a contarte qué es una metalepsis, cómo funciona, cómo puede clasificarse en distintos tipos y cuál es su importancia en el mundo literario. Tomaremos como ejemplo el caso del cuento de Julio Cortázar: «Continuidad de los parques».
La metalepsis es un recurso literario que explora y transgrede las fronteras de los mundos ficcionales: ya sea entre ficción- realidad, autor- lector, así como entre los diferentes niveles de la estructura de una narrativa. Es una herramienta que permite a los autores jugar con la estructura narrativa y la relación entre creador, creación y receptor.
A partir de Genette, cuando hablamos de metalepsis debemos tener en cuenta que hablamos del cruce de un límite. Una intrusión de una entidad ficticia de un mundo narrativo en otro mundo.
En esta figura se vulneran las fronteras convencionales entre los niveles de la narración. Este fenómeno ocurre cuando la barrera entre diferentes niveles narrativos se rompe.
De alguna forma el cine y la televisión quitaron algo de novedad al recurso. Quien más, quien menos, como lector o espectador lo hemos experimentado. Un personaje de una historia interactúa de alguna manera con el narrador o con el mundo del autor, elementos de un nivel narrativo invaden otro. Eso que seguramente estás recordando ahora, es una metalepsis.
La metalepsis juega con las expectativas del lector. Desestabiliza la distinción entre la ficción y la realidad dentro de la obra literaria.
Origen y resignificación del término.
El término «metalepsis» proviene del griego antiguo. En retórica describía la sustitución de una palabra por otra en una cadena de metáforas. Gérard Genette, redefine el término al introducirlo en su análisis estructuralista de la narrativa en su obra «Figuras III» (1972).
Para Genette, la metalepsis involucra una transgresión entre los diferentes «niveles» de la estructura narrativa, produciendo un efecto de extrañeza o incluso de humor, según el contexto.
Principales tipos de metalepsis
- Metalepsis narrativa: Ocurre cuando un autor o narrador se inserta en la narración o cuando los personajes reconocen su existencia como entidades ficticias dentro de una obra. Ejemplos clásicos de esto se encuentran en obras como «Don Quijote» de Miguel de Cervantes, donde Don Quijote y Sancho Panza discuten sobre los libros que narran sus propias aventuras, en concreto el infame Quijote de Avellaneda.
- Metalepsis ontológica: Implica una intrusión del mundo del autor en el mundo de los personajes o viceversa. Un ejemplo famoso de metalepsis ontológica se encuentra en la película «La rosa púrpura de El Cairo» de Woody Allen, donde un personaje de la película sale de la pantalla para interactuar con un espectador. (Puedes ver una reseña aquí)
- Metalepsis retórica: Aunque originalmente se refería a la transgresión en el uso de figuras del lenguaje, en un contexto narrativo moderno podría interpretarse como la forma en que la narrativa misma puede ser manipulada para afectar al lector de maneras inesperadas, a menudo llamando la atención sobre su propia artificialidad.
Un ejemplo: “Continuidad de los parques”
En el cuento «Continuidad de los parques» de Julio Cortázar, podemos observar un ejemplo complejo de metalepsis, específicamente del tipo ontológico. Este cuento corto explora de manera la disolución de los límites entre la ficción y la «realidad».
Contexto del Cuento
En «Continuidad de los parques», un hombre de negocios se encuentra leyendo una novela en su casa. Está tan absorbido en la lectura que se vuelve parte de la historia del libro. La narrativa del cuento empieza a alternar entre la realidad del hombre leyendo y la historia dentro del libro, hasta que ambas se entrelazan de manera sorprendente al final.
¿Cómo clasificamos la metalepsis en el cuento?
La metalepsis presente en «Continuidad de los parques» es ontológica. Esto se debe a que hay una intrusión del mundo de la narración (la historia del libro que el hombre está leyendo) en el mundo real del lector (el hombre en su casa). Al final del cuento, el amante de la novela que el hombre está leyendo aparece en su propia realidad, y el lector (dentro del cuento) se convierte en una víctima de las acciones de los personajes de la historia que estaba leyendo. Esto rompe radicalmente las barreras entre los niveles narrativos, creando un efecto sorprendente y desorientador.
¿Cómo funciona este recurso en el cuento?
La metalepsis en «Continuidad de los parques» es particularmente impactante porque altera la percepción del lector sobre qué es real y qué es parte de la ficción dentro del cuento. Al principio, los lectores (externos al cuento) no tienen razón para cuestionar la realidad del hombre que lee el libro. Sin embargo, a medida que el cuento avanza, Cortázar desdibuja las líneas entre el lector y la historia dentro de la novela que el hombre está leyendo, culminando en un cruce directo de los personajes de la historia hacia el «mundo real» del lector ficticio. Este tipo de metalepsis no solo sorprende, sino que también reflexiona sobre el poder de la literatura para afectar y transformar nuestra percepción de la realidad.
Por lo tanto, la metalepsis en «Continuidad de los parques» sirve como un medio para explorar temas profundos sobre la relación entre ficción – realidad, y el papel del lector y del autor en la construcción de mundos narrativos. Es un ejemplo clásico de cómo Cortázar juega con las expectativas y las convenciones literarias para crear nuevas formas de entender y experimentar la literatura.